Los aspectos a considerar son los siguientes:
1) Focalízate lo más rápido posible en la aportación de valor de tus finanzas y sus operaciones asociadas.
2) Fideliza a tus clientes en un entorno donde los valores emocionales y la experiencia están ganando terreno. Es momento de que tus comunicaciones sean más empáticas, más humanas, más cercanas.
3) Adapta y asegura tu cadena de suministro a la nueva realidad local/global.
4) Reduce la incertidumbre a través del análisis de datos.
5) Elimina complejidad en tu organización y en tus operaciones, ganando eficiencia.
6) Adáptate al nuevo entorno de trabajo, procurando una mayor aportación de valor a tus empleados y automatizando los procesos más transaccionales.
7) Focalízate en la innovación. La innovación no es un gasto, todo lo contrario, es una inversión que te permitirá diferenciarte del resto y destacar entre tus competidores.
8) Saca el mayor provecho posible de la tecnología y de tus sistemas de información. En muchas ocasiones, las empresas han hecho una inversión importante en tecnología, pero no saben sacarle todo el provecho: es hora de exprimir al máximo las herramientas.
9) Introduce la agenda digital en el ADN de tu compañía.
10) Revalúa los riesgos y define planes de contingencia que aseguren tu organización.
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