MOTIVACION Y MORAL

"El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo". (Séneca)

Moral: El uso de los factores políticos y psicológicos para desmoralizar a los oponentes y romper su voluntad para resistir. Principio militar del ejercito de URSS


El mantenimiento de la moral se reconoce entre los militares como el factor de mayor importancia en la guerra; en otros sectores a veces les resulta difícil entender por qué es así. En ningún sector de la vida civil es el grupo social de importancia tan vital y tan principal para el individuo como lo es para el soldado en combate.

Mantener la moral del soldado y de su unidad exige la formación, mantenimiento y restauración del espíritu de lucha. La moral abarca la voluntad para colaborar constantemente para lograr un propósito común. Tanto los individuos como las organizaciones tienen una moral, y una buena moral en ambos niveles resulta esencial para el éxito en cualquier operación militar. El proceso de adquirir y mantener esta cualidad tan deseable es complicado, debido a sus múltiples componentes. La autoconfianza es crítica, la lealtad a la unidad es esencial, y la voluntad de hacer sacrificios personales por el bien del grupo total es un requisito.

El mariscal de campo William Slim planteó elementos fundamentales adicionales que incluían aquéllos considerados necesarios por muchos otros estudiosos del tema:

• La moral [tiene] ciertos fundamentos los cuales son, en orden de importancia, espirituales, intelectuales y materiales.
• Lo espiritual: Debe haber un objeto trascendente y noble: el logro del mismo debe ser vital; el método empleado para lograrlo debe ser activo y agresivo.
• Lo intelectual: El soldado debe convencerse de que es posible alcanzar el objeto; también debe percibir que él forma parte de una organización eficiente, capaz de alcanzar el objeto; y debe tener confianza en sus líderes, contando con la seguridad de que ellos no menospreciarán los peligros y apuros que él quizás tenga que sufrir.
• Lo material: El hombre debe creer que sus comandantes y el Ejército lo tratarán en forma justa y equitativa; debe recibir, en la mayor medida posible, las armas y equipo más adecuados para el logro de su misión; se debe optimizar las condiciones en que vive y trabaja.

Clausewitz consideraba que la victoria le pertenecía al partido que lograra imponer su voluntad al otro. Si las operaciones realmente se pueden definir como una contienda entre voluntades opuestas, entonces el éxito de todo esfuerzo por socavar la moral del adversario bien puede ser un aspecto complementario (y posiblemente alternativo) de la destrucción de la fuerza como método de alcanzar los objetivos políticos y militares. Mientras mayor sea el éxito de las operaciones sicológicas, la imposición de una presión incesante, la confusión sentida por el adversario, el mantenimiento del control de la información y otros asaltos contra su seguridad, menos necesarios serán otros medios de influencia y más rápido se podrá poner fin a las hostilidades. La conducción de ataques bien logrados contra la moral de una fuerza enemiga probablemente resulte menos costosa que la destrucción de su personal y equipo. Es posible que las acciones tendientes a minar la moral constituyan la única forma de lograr un éxito inicial o bien explotar los éxitos obtenidos.

"Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar." (Paulo Coelho)


La II GM fue el primer conflicto en el cual el compor¬tamiento del hombre en el campo de batalla fue analizado en forma científica. Los estudios de esa época indican que, a pesar de la interferencia de factores como el terreno, los fuegos enemigos y la logística, las unidades que lograban alcanzar sus objetivos durante la batalla, lo hacían esen¬cialmente por poseer hombres dispuestos a combatir.


Por eso, el estado de la motivación se constituye en un requisito esencial en la tarea de liderar a hombres, más será también, en muchas situaciones, la llave para lograr el éxito en el combate.



La motivación para el combate y la moral, o la moral militar, son conceptos íntimamente ligados, más no son idénticos. La moral se refiere al estado psicológico o la actitud del individuo o grupo frente a la función o tarea que se espera que cumplan, mientras que la motivación incluye los impulsos que llevan al individuo a actuar. His¬tóricamente, la consideración del comportamiento humano en las batallas tiende a concentrarse en la moral colectiva, más es legítimo suponer que el procedimiento grupal tiene como su condicionante básico la predisposición individual.


Bajo un enfoque temporal, se puede afirmar que la moral se refiere a la actitud o al estado de preparación para la acción, mientras que la motivación se refiere a los impulsos que llevan a la acción. En cuanto que la moral tiene una connotación potencial, la motivación tiene una connotación más dinámica y, en relación a la acción que induce, una más inmediata. De tal modo, la moral y la motivación para el combate pueden ser también defini¬das, respectivamente, como el estado de preparación y el impulso que llevan a la lucha.


La disciplina siempre fue considerada un elemento importante para el buen desempeño de los ejércitos en el campo de batalla. Esa noción alcanzó su auge en los tiem¬pos del absolutismo, época en que el empleo de la táctica lineal, el aumento de los efectivos en combate y la necesi¬dad de coordinación de fuego se volvieron esenciales para mantener las tropas en formación y asegurar la victoria. Esa disciplina rígida, basada en los comandos absolutos y sanciones intimidantes, era necesaria para viabilizar el orden de combate cerrado, y representaba asimismo un factor de estímulo para los soldados que observaban sus efectos aumentar las posibilidades de éxito y, con eso, las probabilidades de supervivencia de todos.


Algunos factores de moti¬vación son más importantes que otros. Por lo tanto se vuelve útil destacar los factores esenciales de aquéllos que tienen el poder motivador aunque sea circunstan¬cial. La importancia del sentimiento de deber, de la legitimidad de la causa que defendían, de la confianza en la eficiencia de la fuerza, del liderazgo y de la cohesión

El valor motivador del deber a ser cumplido puede ser explicado por la teoría de Maslow,7 la satisfacción del cum¬plimiento de una obligación relevante en una situación que impone todo tipo de dificultades, se vincula estrechamente con la búsqueda de la auto realización, con el padrón de excelencia, en que se procura superar cualquier obstáculo para obtener el éxito.

El liderazgo es uno de los principales factores de motiva¬ción para el combate. La acción firme y decidida del líder en los momentos más críticos de la acción, tiene el poder de elevar la moral de las tropas, galvanizar las energías y aumentar en los combatientes la voluntad de luchar.
La cohesión es determinada por la intensidad y calidad de las relaciones existentes en el ámbito de los pequeños grupos, derivando de los mismos las unidades militares tradicionales como el pelotón y la compañía.

La legitimidad de la guerra es un concepto que se establece y se reafirma en el contexto de la sociedad. Los antecedentes, las causas y los objetivos del conflicto son interpretados por los diferentes actores sociales bajo la luz del derecho, de la razón y de la justicia.

La eficiencia de la fuerza puede ser sintetizada por la creencia del soldado en la capacidad de su organización de poder alcanzar sus objetivos, sin que eso implique una cantidad desmedida de bajas.

La confianza es, de hecho, el medio en el cual se arti¬culan los diferentes factores que motivan al soldado para el combate, estableciendo vínculos entre los mismos, transformándose en un “sistema” capa de motivar.


El hecho de que la moral es una condición requerida para lograr el éxito en las operaciones militares, que podemos describirla tal y como lo estableciera George C. Marshall, como “un estado mental. Es resolución, valentía y esperanza. Es confianza, afán y lealtad. Es impulso, espíritu que perdura hasta el final, la voluntad de triunfar. Con ella, todo es posible; sin ella, todos los demás elementos- la planificación, la preparación, la producción- no valen nada.”.

La moral es la preocupación principal de los comandantes en el ejército, y de los gerentes en las empresas. Merece incluirse entre los principios de la guerra.

Tener unos empleados motivados es una de las claves para el éxito de cualquier empresa. Para conseguir esto los directivos han de conocer a sus empleados y saber cómo actuar para lograr una plena identificación entre el trabajador y la empresa y entre los objetivos de ambos.

Hasta tal punto que podemos considerar la motivación como una de las claves para el éxito de una empresa, influyendo en los trabajadores para conseguir los objetivos empresariales mediante la incidencia en el comportamiento de estos; mejorando la calidad de los servicios, aumentando la productividad y, en definitiva, incrementando la eficacia empresarial.

Las empresas emplean generalmente varias técnicas de motivación para satisfacer estas necesidades:

- El dinero y demás compensaciones materiales. Satisface principalmente necesidades primarias, pero también secundarias (status y reconocimiento social). Es la técnica más utilizada para modificar el comportamiento de los empleados hacia el objetivo empresarial, pero la eficacia del dinero como instrumento motivacional no siempre se produce con claridad.

- La participación del empleado en la programación y control de sus propias tareas. Satisface necesidades psicológicas, infunde al trabajador confianza y un sentimiento de
apego a la empresa. Un exceso de vigilancia sobre el empleado es contraproducente.

- Un trabajo enriquecedor. Aumentando la variedad y responsabilidad en las tareas a desempeñar, intentando que el trabajador vea la utilidad y valor de su trabajo.

Como norma general, los gerentes han de lograr que exista una identificación entre el trabajador y la empresa, para que los objetivos de ambos coincidan.


Recomendamos 10 formas no económicas que un gerente debe utilizar para motivar:

1. Sea agradecido
2. Dedique tiempo a sus trabajadores
3. Proporcione feedback (retroalimentación, información del proceso)
4. Cuide el ambiente de trabajo
5. Proporcione información sobre la empresa
6. Involucre a los empleados
7. Fomente la autonomía
8. Establezca alianzas con cada trabajador
9. Celebre los éxitos
10. Utilice el desempeño para discriminar la tarea realizada.

Una de las empresas mundiales donde la moral y motivación de sus empleados es más alta es la multinacional NESTLE, donde su política de recursos humanos busca una responsabilidad compartida, cada empleado tiene una responsabilidad personal en la manera en que coopera con los demás, ya sea como responsable de un equipo o como colega.

El respeto por las relaciones humanas impone comportamientos específicos que se detallan en su política.

_ Respeto y confianza son dos condiciones previas a una buena relación profesional.
Cualquier forma de intolerancia, de acoso o de discriminación será considerada como
la expresión de una falta de respeto elemental y no será tolerada. Este principio debe
ser aplicado a todos los niveles y en toda circunstancia sin excepción alguna.

_ La transparencia y la honestidad en las relaciones profesionales son condiciones
sine qua non para toda comunicación eficaz. Basándose en hechos y en un diálogo
abierto, la transparencia es la única base sólida que permite una mejora continua.

_ A ello se añade una comunicación abierta destinada a compartir las aptitudes de cada
uno y a estimular la creatividad. Esto es particularmente pertinente en una estructura
horizontal en la que conviene transmitir sistemáticamente todas las informaciones
a los que las necesitan para efectuar su trabajo correctamente. Sin ello, es imposible
delegar eficazmente tareas o ampliar conocimientos.

_ Comunicar no significa únicamente informar, sino también escuchar y dialogar.
Todos los colaboradores tienen derecho a mantener conversaciones abiertas con
sus superiores o colegas.

_ La disposición para cooperar y ayudar a los demás es un criterio requerido en
la evaluación de candidatos potenciales a una promoción.

_ En caso de desacuerdo entre un empleado y su superior o entre un empleado y uno
de sus colegas, cada cual debe poder ser escuchado de manera equitativa. El equipo
de recursos humanos velará por que un desacuerdo sea tratado con imparcialidad y
que cada parte pueda explicar su punto de vista, cualquiera que sea su nivel jerárquico.


La política de Nestlé consiste en contratar a colaboradores dotados de una personalidad
y de aptitudes profesionales que les permitan desarrollar una relación a largo plazo con la Empresa. Razón por la cual el potencial de desarrollo profesional es un criterio esencial en el momento de la contratación.


Nestlé ofrece un entorno de trabajo favorable a la salud y al bienestar de sus colaboradores, conforme a las normas más exigentes de fiabilidad, higiene y seguridad. Cada empleado debe velar por su seguridad, así como por la de sus colegas.

Nestlé fomenta una política de contratación a largo plazo. Cuando una actividad no
pueda ser mantenida dentro del grupo, se tomarán medidas razonables para evitar
despidos colectivos, identificando, en la medida de lo posible, a una empresa externa dispuesta a retomar la actividad de Nestlé en cuestión.


En Nestlé, piensan que sus colaboradores deben lograr un buen equilibrio entre su vida profesional y su vida privada. Dentro del mismo espíritu, Nestlé privilegia al máximo
condiciones de trabajo flexibles y estimula a sus colaboradores a tener intereses y motivaciones fuera de su vida profesional.

Nestlé privilegia estructuras de remuneración competitivas, motivadoras y equitativas,
proponiendo condiciones de remuneración atractivas. La remuneración engloba el
salario, la parte variable de la remuneración y las ventajas sociales, las prestaciones de
jubilación y otros componentes.


La formación es parte integrante de nuestra cultura de empresa. Cada colaborador,
en todos los niveles, es consciente de la necesidad de mejorar permanentemente
sus conocimientos y aptitudes.
Por consiguiente, es indispensable estar determinado a seguir aprendiendo para ser
empleado de Nestlé.

Cada empleado es responsable de su propio desarrollo personal. Sin embargo, la
Empresa se esfuerza por ofrecer la posibilidad de progresar a todos aquellos que
estén decididos y que tengan el potencial necesario para desarrollar sus aptitudes.

Las promociones se otorgan únicamente en función de la aptitud, la experiencia, los
resultados y el potencial del empleado, independientemente de su origen, de su raza, de su nacionalidad, de su sexo, de su religión o de su edad.


Los procesos, sistemas y demás medios profesionales de los recursos humanos sirven para apoyar la gestión, pero nunca deben ser utilizados en detrimento de la dimensión humana. Esta última debe estar presente en cada momento y en cualquier circunstancia

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